2 huevos
1 cucharada de mantequilla
sal y pimienta al gusto
PREPARACIÓN:
PASO 1: Bate los huevos en un recipiente usando un tenedor o
batidor. Determina cuántas porciones quieres preparar y planea usar 2 huevos
por persona. Rompe los huevos, viértelos en un recipiente y bátelos hasta que
las yemas y las claras se mezclen
Para evitar que queden algunos trozos de cascarón en los
huevos, quiébralos sobre una superficie plana en lugar de usar el borde del
recipiente.
PASO 2:
Calienta la mantequilla en una sartén a fuego medio alto.
Vierte 1 cucharadita de mantequilla en una sartén antiadherente pequeña y
colócala a fuego medio alto. Deja que se caliente por cerca de 1 minuto para
que la mantequilla se derrita y forme un poco de espuma. Inclina la sartén
alrededor para que la mantequilla cubra el fondo y los lados de la sartén.
Si lo prefieres, usa aceite de oliva o coco en lugar de
mantequilla.
Si quieres hacer huevos revueltos suaves, no calientes la
mantequilla en la sartén. En su lugar, vierte los huevos y la mantequilla en la
sartén al mismo tiempo.
PASO 3: Vierte los huevos en la sartén y ajusta el fuego a
nivel bajo. Vierte lentamente los huevos batidos en la sartén. Deberás oírlos
crepitar un poco al tocar la sartén. Después disminuye el nivel del fuego para
que los huevos no se cocinen demasiado rápido
PASO 4: Revuelve y cocina los huevos durante 3 a 4 minutos.
Usa una espátula de silicona o una cuchara de madera para revolver los huevos
constantemente mientras se cocinan. Continúa revolviéndolos hasta que se
aglutinen y se separen de los lados de la sartén. Si quieres huevos revueltos
bien firmes, cocínalos durante 3 a 4 minuto s.
Si quieres huevos suaves, retira la sartén del fuego y
revuelve los huevos por cerca de 30 segundos. Alterna entre cocinar y revolver
los huevos sobre y fuera del fuego hasta que los huevos formen cuajadas suaves
PASO 5: Sirve los huevos revueltos de inmediato para que
tengan la mejor textura. Apaga el fuego y transfiere rápidamente los huevos a
un plato para servir antes de que se enfríen. Espolvorea los huevos con
condimentos adicionales como sal, pimienta o hierbas frescas. Después sirve los
huevos con pan tostado, tocino o fruta fresca.
Los huevos revueltos no conservarán su textura, ya que se
vuelven aguados si se almacenan.
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